El pintor californiano Kehinde Wiley elige a sus modelos por la calles de Estados Unidos, Nigeria o Brasil, les pide que elijan una pintura o escultura de su colección de libros sobre arte clásico europeo e imiten la postura y la actitud de esa obra. Posteriormente los retrata en cuadros que evocan a las aristocráticas pinturas del viejo continente. “Andy Warhol dijo que todos tendríamos nuestros 15 minutos de fama. Que le den a los 15 minutos. Te voy a poner en una pintura y te haré vivir para siempre”, declaró Wiley en una entrevista. Los retratados, afroamericanos con prendas de la cultura hip-hop (sudaderas, gorras de visera, zapatillas) y los anacrónicos fondos ornamentados consiguen un impacto visual brutal.
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