En Julio de 1995, 8.000 musulmanes fueron asesinados en un ataque perpetrado por el ejército Serbio en la ciudad de Srebrenica. 20 años después de la masacre, la ciudad hoy día vive en la calma. Un lugar donde vagabundear por las calles oscuras al lado de los restos destrozados de varios edificios de la ciudad. Un lugar donde las heridas de la guerra aun siguen sin cicatrizar.
El fotógrafo francés Adrien Selbert viajó en 2005 hasta la ciudad bosnia en un viaje por carretera acompañado de un amigo. Su única motivación era “ver la tierra y el pueblo que vimos en la television cuando éramos niños”, explica.
“Durante los años 90, la guerra de Bosnia fue una noticia diaria. Estas fueron las primeras imágenes de violencia que vi cuando era niño. Srebrenica, debido a la gran masacre, se convirtió en el símbolo de esta horrible guerra.”
Cuando llegaron a Srebrenica tan solo hacia 10 años del conflicto y parecía que había terminado ayer. La realidad de la ciudad les golpeo en la cara.
En su reportaje fotografico Adrien explora el mundo de la posguerra, una posguerra que se alargó en el tiempo y que podríamos decir que aún perdura 20 años después. Los horrores aun viven en las ruinas de los edificios y los paisajes misteriosos, así como en las mentes de los civiles supervivientes.
Las fotografias documentan una generación agobiada por su tormentoso pasado con la esperanza de vivir en plenitud esta nueva vida después de la guerra.
