Fiorenzo Carozzi es un fotógrafo italiano, cuya única pasión en su vida desde finales de los años 60 ha sido la fotografía, ya con 18 años hacía fotos a los pescadores de las aldeas que había a orillas del mar con su cámara de 6×6. Después de un tiempo, retomó el contacto con la fotografía gracias a la fotografía digital, que le hizo sentir la misma sensación mágica que sintió de joven cuando revelaba sus imágenes en blanco y negro en el cuarto oscuro.
Le gusta hacer fotos de paisajes, ya que le permite transmitir sus emociones gracias a los elementos naturales que se desarrollan en las diferentes estaciones, con sus cambiantes condiciones climáticas y sus diferentes luces. Su esperanza es poder transmitir sus emociones a aquellos que tienen el deseo y la paciencia de observar sus fotografías, por ello ha hecho una selección de imágenes de los lugares que más le han impresionado por su belleza, su sencillez, la magia de una luz especial o por la fugaz presencia humana que destacó una característica específica y exclusiva.
