Billy Monk fue un fotógrafo amateur que trabajó como portero durante la década de los 60 en el Night Club más famoso de Ciudad del Cabo. En plena era del Apartheid los blancos acudían a estos lugares para saciar su más básico instinto animal. Largas noches de desenfreno rodeados de una perfecta atmósfera de “señoritas” y botellas de whisky.
Durante el tiempo que Billy trabajó como portero, se encargó de fotografiar todos esos momentos sin ningún pudor, aprovechando la complicidad de los protagonistas. Editado en un libro monográfico llamado “Cape Town Nightclub”, se convierte en un documento imprescindible que captura la cruda realidad de estos clubs, la lujuria y su decadencia. Su humanidad y alegría.