Poéticamente bella. Así es la fotografía de Pablo Genovés. Este madrileño nos lleva a bibliotecas, museos, teatros e iglesias que han sido invadidos por el tiempo y las catástrofes naturales. Su fuente de inspiración son postales en blanco y negro que se encuentra en mercadillos y que después manipula digitalmente. “Busco un punto entre lo sublime del ser humano y lo terrorífico de estar vivo. Entre lo más dramático y lo más bello. Quiero que las imágenes tengan las dos cosas, los pros y los contras de la existencia”, afirma Genovés. Simplemente colosal.
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