Sinceramente, muy pocos trabajos se me ocurren que sean más duros que los de pescador en alta mar. Pasar meses en el mar, lejos de la familia, en un barco congelado por el frío, arriesgando la vida día y noche para que gente como nosotros podamos disfrutar de al menos una cena de pescado a la semana. Suena horrible…
El fotógrafo Corey Arnold pasó siete años de su vida a bordo de varios barcos de pesca en el Mar de Bering (Alaska) luchando contra olas gigantescas, temperaturas bajo cero y noches sin dormir documentando el duro medio de vida de estos pescadores.
Impresionantes fotografias que nos trasladan a esos duros momentos disfrutando a la vez de la calidez y la tranquilidad del hogar.