A sus 75 años, Raymond Cauchetier es historia viva de la fotografía francesa. Como responsable de la foto fija de casi todas las obras maestras de la Nouvelle Vague, inmortalizó instantáneas tan célebres como el paseo de Jean Seberg y Jean Paul Belmondo en ‘Al final de la escapada’. Grandes cineastas como François Truffaut o Jean-Luc Godard se rindieron a su encanto con la cámara. “Puedo decir que he pasado buena parte de mi vida haciendo fotos de lo que me gusta, sin preocuparme de la rentabilidad inmediata del trabajo, lo cual fue muy negligente de mi parte. Pero no tengo queja: he vivido libremente y eso no tiene precio”, cuenta Cauchetier. Una filosofía de vida que debería ser ley.
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